China se está preparando para dos misiones innovadoras a la Luna, la primera en 2018 es la primera misión a la cara oculta de la Luna y la segunda traerá muestras a la Tierra en 2019.
La primera misión se llama Chang’e-4, con la parte inicial de esa misión, un satélite de retransmisión para enviar señales a la Tierra, que se inició en mayo. Ahora China se prepara para lanzar la próxima parte de la misión en diciembre de 2018.
Incluirá un rover que es casi idéntico al rover Yutu de la misión Chang’e-3 que aterrizó en el lado más cercano de la Luna en 2013. Será transportado a la Luna en un cohete Long March 3B, despegando del satélite Xichang. Centro de lanzamiento en el suroeste del país.
China reveló nuevos detalles sobre la misión, incluida la fecha de lanzamiento actualizada, en una conferencia de prensa en Beijing la semana pasada a través de la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional (SASTIND). La agencia también está organizando un concurso de nombres para el rover, que se cerrará el 5 de septiembre.

Mientras que el rover Chang’e-4 es similar al rover Yutu, «también tiene partes adaptables y una configuración de carga útil ajustable para lidiar con el terreno complejo de la cara oculta de la luna, la demanda de comunicación de retransmisión y las necesidades reales de los objetivos científicos «, señaló el sitio web de noticias estatales Xinhua.
La sonda aterrizará en Aitken Basin, en la región del polo sur de la Luna, un lugar emocionante que recientemente se confirmó que tenía hielo en su superficie. Todos los aterrizajes lunares anteriores se han producido en el lado cercano de la Luna, aunque numerosas naves espaciales -incluidas las misiones Apollo– han orbitado sobre el lado opuesto.
La segunda misión es Chang’e-5, una propuesta audaz para devolver muestras de la Luna por primera vez desde la década de 1970, resumidas en un artículo en el Journal of Geophysical Research: Planets.
Al lanzarse en un cohete Long March 5 en 2019, un módulo de aterrizaje recogerá aproximadamente 2 kilogramos de material, hasta una profundidad de unos 2 metros, informa Space.com. Chang’e-5 tiene la intención de aterrizar en una llanura volcánica llamada Oceanus Procellarum, devolviendo material científicamente interesante a la Tierra.
Mientras EE. UU. continúa debatiendo si volverá a la Luna, China está dando grandes pasos. Y el próximo año, podrían tener dos logros más en su haber.
También te puede interesar: Nueva misión de la NASA: “Tocar el Sol”